lunes, 29 de octubre de 2012

Mi hijo el dotor.



Estoy asustado. El tiempo vuela, en realidad no existe. Hace casi tres meses que el invasor llegó y ya pesa 7 kilos. Los días y las horas parecen no diferenciarse mucho. Todos dicen : "Es un sol".  Y tienen razón porque siempre estamos girando alrededor de él. Yo empecé con otro blog donde con mayor o menor destreza escribía relatos. Ahora solo hago refritos. Yo solía correr, no hablo de cuando estaba muy enfermo y entrenaba para los 42 kilómetros, sino de que de vez en cuando salía a trotar. Ahora ni camino y visito más seguido al osteópata. Yo, todos los viernes disfrutaba de una cena romántica y me bajaba una botellita de vino bueno. Ahora comemos mirando el reloj de arena y si tomo más de media botella me duele la cabeza, además de dormirme encima. Antes veía los partidos del ciclón sufriendo.  Ahora.......también. Creo que es lo único que se mantiene.
Como queda expuesto la vida se me dió vuelta. Y mucho. Y la batalla la viene ganando el invasor por goleada. Y hablando de cambios........ahora le toca al pañal. 

domingo, 7 de octubre de 2012

All inclusive



Debido a que el invasor cumplió dos meses la madre decidió regalarle unas vacaciones al estilo "all inclusive". El padre, o sea yo, no estuvo de acuerdo ya que quiere que su hijo tenga una vida de sacrificios y una disciplina prusiana. Como pueden ver, perdí. Tiene canilla libre de teta, aguas cristalinas y tibias donde nadar y un hermoso lugar para dormir todo el tiempo que quiera. Un verdadero despropósito para una criatura a la que ahora va a ser difícil encarrilar.