lunes, 5 de agosto de 2013

31.536.000

Es así. Ese es el número de segundos que me dicen que hay que festejar. El número de segundos pasados desde la invasión. En realidad se cumple un año, pero al fin y al cabo soy contador y puesto así suena más fuerte. En todo ese tiempo ( los treinta un millones quinientos treinta y seis mil segundos)  he podido compilar una serie de traducciones del lenguaje que utiliza la madre del invasor, a la realidad. Veamos:

"Ramiro se está bañando solito"

Significa para mí: El invasor está inundando el baño, arrojando agua con un pequeño vaso plástico profiriendo gritos de felicidad. Cientos de "chiches" flotan en una bañera. Lleva más de una hora en esa situación. Son las diez de la noche, tengo hambre. Tengo que limpiar el baño.

"Ramiro está comiendo solito"

Significa para mí: El invasor está untando todo lo que está cerca con una mezcla de papilla, yogur y saliva profiriendo gritos de felicidad. Cientos de restos de comida se estacionan en el piso. Lleva más de una hora en esa situación. Son las once de la noche, no tengo tanto hambre pero si algo de sueño. Tengo que limpiar la cocina.

"Ramiro está jugando solito"

Significa para mi: El invasor se baño y comió. Ahora como no se duerme está esparciendo centenares de juguetes u objetos por el living profiriendo gritos de felicidad. Objetos que yo recién terminaba de guardar. Lleva más de una hora en esa situación. Son las doce de la noche. No se bien que siento. Tengo que volver a ordenar para que no matarme pisando algo.

Seis de agosto de 2012. Día de la invasión. 
Seis de agosto de 2012. Día del comienzo de la resistencia.

Fin de la cita ( Rajoy dixit)