martes, 16 de julio de 2013

El invasor ¿Hijo de tigre?

Pronto se cumplirá un año de la llegada del invasor. El año que cambió mi apacible vida transformándola en un "acto de servicio".  Ya veo acumulados por la casa presupuestos de "saloncitos" y otras yerbas porque el pibe quiere "fiesta" y la abnegada madre, que a ninguna de sus peticiones es capaz de decir "no", se está ocupando del hecho ante mi mirada suplicante. No se si les dije pero yo soy el Sr. No.
El invasor parece ser bastante normal en cuanto a sus habilidades. No obstante, cada vez que llego a casa el tipo está sentadito frente al televisor apagado exigiéndome que lo encienda y comparta con él algunos programas para bebés. Tal es el estado de mi cabeza que muchas veces termino hipnotizado por esos mismos programas igual que R, por lo que deduzco deben emitir algún mensaje subliminal o esparcir alguna droga por el ambiente. Hay en casa una crisis de angustia y cierta congoja. Pronto el alien deberá comenzar el jardín maternal.  Obviamente que "Las jaulitas de Hans" propuesto por mí fue desechado por los otros dos habitantes de la casa.
Pese a su corta edad ya recibe visitas y demuestra su carácter "sociable" lo cual es solo el anticipo de
una invasión de usuarios de pañales. Se lo puede ver con su amiga Quetzali, en una cita a solas.
En fin, cuando pase la fiesta les cuento. Si antes no me exilio en el Caribe.